Tiendo a ser de esas personas que se demora, piensa y medita antes de tomar decisiones y lanzarse al agua.
Así como cuando uno tiene una hoja o lienzo en blanco al frente, lo más difícil, es hacer el primer trazo y después de eso todo comienza a fluir. En el peor de los casos, cuando no quedo satisfecha con lo que he hecho pues pinto sobre ella y vuelvo a comenzar, pero cada capa, cada intento hace la pintura más fuerte e interesante, le da más profundidad.
Por ejemplo los aborígenes Australianos hacen las pinturas de su tierra deliberadamente en capas. Desde las reservas de agua escondidas bajo la tierra , hasta montañas, plantas y animales que habitan sobre ella. Entendiendo el mundo desde múltiples perspectivas o profundidades ocultas, pero conocidas.
Creo que cada persona es como una de esas pinturas. Llenas de capas de muchos colores que nos hacen tener la profundidad, fluidez y destreza que poseemos en este momento.
Esta vez después de pensarlo, pensarlo y pensarlo decidí lanzarme a hacer un curso de vacaciones de arte para niños. Tras hacer un ejercicio de reflexión, creer y confiar en mis habilidades. Y así ponerle una nueva capa de pintura a lo que ya había creado antes.
Siempre hay espacio para más colores y capas de pintura. Siempre hay nuevas maneras de crear, de ver y de ser.
Así como cuando uno tiene una hoja o lienzo en blanco al frente, lo más difícil, es hacer el primer trazo y después de eso todo comienza a fluir. En el peor de los casos, cuando no quedo satisfecha con lo que he hecho pues pinto sobre ella y vuelvo a comenzar, pero cada capa, cada intento hace la pintura más fuerte e interesante, le da más profundidad.
Por ejemplo los aborígenes Australianos hacen las pinturas de su tierra deliberadamente en capas. Desde las reservas de agua escondidas bajo la tierra , hasta montañas, plantas y animales que habitan sobre ella. Entendiendo el mundo desde múltiples perspectivas o profundidades ocultas, pero conocidas.
Creo que cada persona es como una de esas pinturas. Llenas de capas de muchos colores que nos hacen tener la profundidad, fluidez y destreza que poseemos en este momento.
Esta vez después de pensarlo, pensarlo y pensarlo decidí lanzarme a hacer un curso de vacaciones de arte para niños. Tras hacer un ejercicio de reflexión, creer y confiar en mis habilidades. Y así ponerle una nueva capa de pintura a lo que ya había creado antes.
Siempre hay espacio para más colores y capas de pintura. Siempre hay nuevas maneras de crear, de ver y de ser.